Lo primero que se debe cumplir en este tema es asignar el valor real que consta en el Presupuesto General del Estado; de esta forma, con los recursos necesarios se podrán mejorar los aspectos básicos que atañen a la educación básica: infraestructura, calidad educativa, tecnificación, etc. En primera instancia habría que mejorar los planteles educativos, especialmente aquellos que no brindan seguridad al estudiante; además, los centros deben tener áreas para atención médica, orientación, cultura y tecnología. También se debe trabajar en el desarrollo humano. Los estudiantes deben seguir recibiendo la colación escolar y los profesores deben ser evaluados y actualizados para que brinden verdaderos conocimientos y guíen a los alumnos por el mejor sendero. La tecnificación tiene que incluir la presencia de los diferentes laboratorios, especialmente de inglés y computación, que son dos áreas básicas en el desarrollo de los educandos. Y los encargados de estas áreas en el ámbito nacional deben estar vigilantes de que se cumplan los aspectos básicos. El artículo 66 de la Constitución actual resalta este derecho irrenunciable de las personas. Un pueblo educado es un pueblo desarrollado, y esa premisa debe tenerla presente el Gobierno Nacional, y todas sus instancias educativas; así como quienes impulsan el desarrollo de la educación privada. Teniendo bachilleres no sólo con buenas notas, sino con capacidad de discernir, seguramente el país en futuro tendrá profesionales más competitivos.