Durante una reunión de los asambleístas de su grupo político elegidos para formar parte de la Asamblea, Correa dijo que el gesto de las autoridades de poner los cargos a disposición de la Asamblea, incluido el de él, permitirá a la Constituyente actuar con “manos libres”. La solicitud del jefe del Estado se dirigió a los altos cargos de la Fiscalía, de las superintendencias de control, del Tribunal Supremo Electoral, del Tribunal Constitucional, de la Contraloría y de la Corte Suprema de Justicia, entre otras instituciones. Reunión Los asambleístas del Movimiento País, que según las proyecciones de los resultados de los comicios del pasado 30 de septiembre obtendrían unos 80 de los 130 escaños en la Asamblea, se reunieron el fin de semana en Loja, para delinear los ejes de su actuación en el foro. Con la presencia del mandatario los asambleístas del grupo oficialista discuten también la formación de una comisión especial que reemplazaría al Congreso, cuya disolución es sugerida por el propio Correa. El jefe del Estado, sobre todo, sugirió la salida del superintendente de Bancos, Alfredo Vergara, a quien acusó de haber cometido irregularidades en el desempeño de sus funciones. Asimismo, Correa agregó que la comisión de asambleístas que sustituiría en sus funciones al Congreso tendría como encargo el de legislar y fiscalizar hasta que empiece a funcionar el nuevo Parlamento. Aseguró que “por esa tesis votaron los ecuatorianos” en las tres últimas elecciones, las de noviembre del año pasado, cuando ganó los comicios presidenciales; así como el 15 de abril, cuando el 82 por ciento de los electores aprobó la instalación de la Constituyente, y la del 30 de septiembre, cuando su grupo político obtuvo un abrumador triunfo de cerca del 70 por ciento de votos. La Asamblea Constituyente tendrá como sede un complejo arquitectónico construido por el Gobierno en Montecristi.