El 12 por ciento de los incendios que se declaran en EE.UU. son provocados, según las últimas estadísticas, y en California, cuyos montes resecos son terreno ideal para la combustión, los pirómanos son un fenómeno frecuente y letal. Sospechosos Cinco personas fueron arrestadas por intentar imitar a los autores de los incendios que comenzaron el domingo anterior y querer provocar su propia dosis de destrucción. Ninguno de ellos está vinculado a la veintena de grandes focos que han arrasado más de 202.000 hectáreas de terreno al norte y al este de las zonas metropolitanas de San Diego y Los Ángeles. El viernes compareció ante un juez Catalino Pineda, un hispano de 41 años, quien se declaró inocente de provocar un incendio, un cargo que acarrea una pena máxima de seis años en prisión. Pero sigue libre quien prendió la primera chispa en el Cañón Santiago, que ha arrasado más de 11.000 hectáreas y del que los bomberos sólo han controlado un 35 por ciento. Y también sigue impune el responsable por el incendio Rosa, que ha consumido 170 hectáreas, pero que ya está bajo control.