Delgado lamentó los seis meses de inactividad que pasó hasta julio pasado, tras la suspensión que le aplicó la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) por haber protagonizado agresiones mutuas entre jugadores de Liga de Quito y de Barcelona durante el último partido del torneo nacional en diciembre anterior. Si bien el jugador descartó que su decisión de salir definitivamente de la selección en septiembre pasado fuera por discrepancias con el seleccionador, el colombiano Luis Fernando Suárez, el capitán del equipo Iván Hurtado y el presidente de la Federación, Luis Chiriboga, no ocultó cierto disgusto. "Yo dije claramente luego del último partido en el Mundial de Alemania 2006, que ese era mi último encuentro con la selección debido a mis problemas físicos, pero se me hizo una propuesta para que siguiera actuando, que me pareció una buena opción", dijo. "Después vino la suspensión que me afectó futbolísticamente y allí nunca se dijo que yo hacía falta en la selección. Tuve que entrenarme por mi cuenta, pero ahora lo importante será terminar de recuperarme de mis problemas físicos". Delgado, de 32 años, insistió en que, pase lo que pase, "será difícil" que alcance a recuperar el nivel futbolístico en la presente temporada, que se cerrará con los encuentros eliminatorios mundialista del 17 de noviembre ante Paraguay, en Asunción, y cuatro días después ante Perú, en Quito.