Para ésto se han realizado exhumaciones de cadáveres que estaban ubicados en bóvedas que dificultaban el paso al interior de ese lugar. La zona conflictiva, donde los familiares de los difuntos están en la obligación de reubicarlos, es en la segunda entrada, localizada por la avenida 24, frente a Supermaxi. Eligio Mero, director de higiene del Municipio, dijo que los cuerpos serán colocados en nichos y los deudos pagarán un permiso de dos dólares. En total el cabildo ha construido 130 pequeñas tumbas. Esperan a familiares En lo que tiene que ver con los trabajos para el nuevo camino, la construcción avanza a paso lento, porque tienen que esperar que los parientes de los fallecidos realicen el respectivo traslado, añadió Mero. Además, mencionó que el nuevo tramo tendrá cincuenta metros de largo, con lo que se evitará que la gente se suba a las bóvedas para caminar. Mero dijo que además se ha programado adecentar el camposanto para que presente una nueva imagen para el próximo 2 de noviembre, día de los Difuntos. También recalcó que ya no hay terrenos para la venta, aunque no cree que el cementerio esté saturado, pues en el último censo que se realizó se determinó que en él están sepultados alrededor de diez mil cuerpos. Por su parte, el supervisor Edwin Robles manifestó que cuentan con cuatro guardias, quienes vigilan el cementerio durante las 24 horas del día.