Según los asambleístas del movimiento gobiernista, la prioridad es buscar acuerdos entre ellos para aprobar un Código de Ética que regule la conducta de PAIS. Posteriormente, cuando se instale la Asamblea en Montecristi, la organización política, que cuenta con al menos 70 curules, planteará que en los primeros siete días de actividades se apruebe un Código de Ética general. Según Norman Wray, asambleísta de PAIS, el Código de Ética de la próxima Asamblea diferirá de forma radical con el que rigió la actividad legislativa. “No buscamos que el código de ética se convierta en un elemento coercitivo, tal como ocurrió con Ximena Bohórquez”.