Aunque para muchos pueda parecer fácil, la realidad muestra otro panorama. En uso de la tecnología, Manabí está por debajo de los promedios nacionales, según los resultados de las encuestas que ha desarrollado el INEC.

Los datos registran, por ejemplo, que 58 de cada 100 manabitas no utilizan computadora, que 47 de cada 100 no utilizan internet y que 40 de cada 100 no tienen teléfono celular activado.

Los datos son de diciembre del 2017, pero ¿cuánto se habrá avanzado en dos años y medio?

Las áreas rurales y las familias de escasos recursos económicos se quedarán sin acceso a clases, lo cual limitará sus conocimientos y la posibilidad de avanzar. Es más, con esto aumentará la brecha de conocimiento entre quienes tienen la posibilidad de ingresar al sistema virtual y los que no pueden, o lo hacen con recursos limitados.

En otro ámbito, ¿cómo se controlará que los estudiantes observen las clases y realicen las tareas si muchos de ellos quedarán sin supervisión?

La crisis actual por el coronavirus, que no solamente afecta a Ecuador, está llevando a una reorganización de las estructuras, pero en el área educativa es necesario que se planteen opciones, por muy extremas que parezcan, pero que se analicen todas las maneras de mantener la formación de los estudiantes en las condiciones más óptimas y equitativas posibles.