Y esto no solamente servirá para el abastecimiento del mercado nacional, sino también para la exportación.

El presidente de la República ha señalado, por ejemplo, la producción de alimentos como una gran oportunidad para Ecuador, tomando en cuenta que la crisis por el coronavirus ha originado un déficit en este campo. Pero para eso se necesita un apoyo decidido del Gobierno al agro y el impulso de la agroindustria.

Según las cifras del Banco Central, al año 2018, la agricultura representa poco más del 7 por ciento del producto interno bruto del país. En el caso de Manabí, equivale al 6 por ciento de la producción provincial.

Con esos valores, otra debería ser la suerte del sector agrícola; sin embargo, sus dirigentes lo consideran uno de los menos atendidos. Falta tecnificación, seguros, riego, bajar aranceles y otras gestiones en favor de los agricultores.

Esto, refiriéndose al sector agrícola; pero si se une el pecuario, las cifras de producción serán más altas y las necesidades iguales. Y no solo eso, sino que también hay que considerar la manufactura y otros ámbitos.

Las palabras del mandatario, expuestas en plena crisis económica y social por el coronavirus, revelan las oportunidades que el país tiene para fortalecer su comercio, una vez que pase el temporal. Ahí están las claves. Ojalá, con todo su poder de decisión, las aplique.