La máquina ocupaba 167 metros cuadrados, pesaba más de 27 toneladas, realizaba 5.000 sumas y 300 multiplicaciones por segundo, entre otras aplicaciones. Este hecho fundamental para el desarrollo de la sociedad fue acreditado a dos ingenieros talentosos de la época, pero se mantuvo oculto por muchas décadas un hecho trascendental.

Fueron  seis mujeres las que  desarrollaron lo más complejo del aparato, su programación: Betty Snyder, Jean Jennings, Kathleen McNulty, Marlyn Wescoff, Ruth Lichterman y Frances Bilas.  Muy pocas mujeres podían lograr proezas que sean reconocidas por su condición de género.  Pocas heroínas pudieron prevalecer en esa época como Marie Curie, Irene Joliot Curie, Dorothy Mary Crowfoot Hodgkin, Rosalind Elsie Franklin, entre otras.

Ya han pasado los años y estos elocuentes datos de inequidad de género de la historia parecerían ser parte del pasado. Sin embargo, estas desventuras se siguen replicando en diferentes esferas de la sociedad.

La Comisión Europea para la diferencia salarial informó que las ganancias de las mujeres a lo largo de la vida son, en promedio, del 17,5% (desde el 2008) más bajas que las de los hombres. Estas menores ganancias resultan en pensiones más bajas. La oficina Federal de Estadística de Alemania reportó que las mujeres ganan 22-23% menos que los hombres. Según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, las mujeres promedio trabajan 54,4 horas a la semana, y el hombre promedio 51,4.

A pesar de eso, incluso con un nivel educativo más alto, las mujeres ganan, en promedio, menos que los hombres. En Estados Unidos  las mujeres ganan 94 centavos por cada dólar obtenido por sus homólogos masculinos. 

En Ecuador la Secretaría Técnica del Consejo Nacional de Igualdad y Desarrollo estableció que la brecha salarial de género ha disminuido, pero que la mujer recibe una quinta parte menos del salario que un hombre por el mismo trabajo. 

No se trata de tener actitudes sexistas, ni feministas que contaminan las verdaderas posturas de equidad de género, pero es necesario elaborar una estrategia amplia, integral  y consistente dirigida a los hombres, mujeres, niños y niñas para erradicar las trabas estereotipadas patriarcales basadas en el género acerca de las supuestas  funciones pre-establecidas  en la sociedad.