Es momento de valorar qué hemos sacado de tantos años del “boom” atunero en Manta. 

La gente de Tarqui y Los Esteros debería ser la primera en hacerlo, porque es innegable que las empresas atuneras generan empleo, unos 24 mil, dicen. 

Pero ¿valió la pena perder dos playas debido a la contaminación que en su momento generaron algunas de esas empresas y que ahora, se dice, está más controlada? 

¿Le ha servido tanto desarrollo industrial a Manta, cuando ha perdido su potencia turística  debido a las descargas de aguas contaminadas?    

He escuchado muchas veces que en el “boom” cafetero la ciudad tuvo un gran desarrollo. 

Se levantaron edificios, apoyaron la construcción del estadio y otras obras de inversión privada que hasta ahora perduran. 

Entonces surge una pregunta: ¿La industria atunera le ha dado suficiente a Manta?

¿Las empresas atuneras extranjeras le han dejado algo a la ciudad?