Su padre, Nevil Muñoz, dijo que el sábado pasado la Universidad Wuhan, donde estudia Juan Carlos, le abasteció de alimentos básicos como agua y víveres. 

“Como chiste nos contaba que en su lista (de pedidos) había puesto aguacate, y le mandaron un aguacate aparte de verduras”, comentó Muñoz, al indicar que por ahora está abastecido de alimentos, pero sigue sin salir de la residencia universitaria y cumple hoy 20 días de estar aislado (sexto día de su segunda cuarentena). 

Muñoz dijo que las autoridades de la universidad no han desamparado a su hijo, mientras que la Cancillería de Ecuador también lo está monitoreando.  

Constantemente le consultan su estado de ánimo y le brindan terapia psicológica, señaló. 

Su familia también se comunica diariamente con Juan Carlos. 

Ayer, su padre habló con él y le dijo que está con buen estado de ánimo, tranquilo y con ganas de volver.

Según lo que Juan Carlos le ha contado a su familia, las calles de la ciudad de Wuhan siguen vacías pues nadie se atreve a salir de sus casas. 

Él tampoco lo hace, ni siquiera a mirar qué pasa en las calles porque tiene miedo a contagiarse con el coronavirus. De hecho, Hubei es la provincia más afectada, donde existen 31.728 casos confirmados, mientras que 974 personas han fallecido, según los datos que maneja el país asiático.

“Ellos abrigan la esperanza de que el Gobierno está haciendo las gestiones para traerlo”, indicó Muñoz. 

Agregó que las autoridades se han comprometido a dotar de insumos básicos a su hijo, y están a la espera de que se cumpla este compromiso.

Juan Carlos es uno de los ocho ecuatorianos que permanecen en Wuhan. Tiene tres años viviendo en esa ciudad, donde estudia quinesiología (medicina alternativa).