El Gobierno Provincial de Manabí ofrece hacer una inversión, superior a los 130 millones de dólares, en vialidad, riego y drenaje, gestión ambiental, planificación y desarrollo humano, durante este año, para los sectores campesinos.

Si bien eso es positivo, se requiere un plan interinstitucional, que evalúe causas y efectos. Atender sólo el campo, sin mirar las consecuencias en la urbe, sería un error, o hacerlo sólo desde el gobierno provincial, sin incluir a otras dependencias, también. Es necesario que el Estado y sus instituciones en todos los niveles articulen políticas con el mismo fin: cambiar esta realidad.

En la zona rural hay problemas que no son competencia del organismo provincial.

El acceso a la salud y educación de calidad, la solución a los problemas de inseguridad, la efectividad de las políticas agropecuarias nacionales, la evaluación de la entrega o retiro injustificado de asistencia técnica y los kits agrícolas, la falta de resultados en la lucha contra el contrabando, el resultado práctico de la investigación y el mejoramiento genético, por ejemplo, son algunos de los aspectos, que, por ahora, bajo el actual esquema o estructura del Estado ecuatoriano, no se pueden resolver desde lo local o provincial.

La gravedad de esta realidad amerita una atención macro y muy seria.