Actualizado hace: 935 días 13 horas 17 minutos
Childerico Cevallos Caicedo
Indolente indiferencia

La penosa situación en que se encuentra la aún zona cero de Portoviejo es de vergüenza para todos. Salvando las protestas que el colectivo social Unidos por Portoviejo realizara en su momento demandando la atención de los gobiernos municipal y nacional para con sus necesidades, el estado actual de cosas es para ruborizarse, tomando en cuenta el tiempo transcurrido desde la concurrencia del terremoto y el despilfarro de los miles de millones de dólares recaudados para mitigar sus efectos.

Domingo 26 Enero 2020 | 04:00

 

El centro neurálgico, económico-comercial de la capital manabita sigue afectado por factores como la insensibilidad, la indiferencia, la irresponsabilidad, la incapacidad y la sinrazón que han impedido lo que debió haber sido la recuperación inmediata de este vital sector de Portoviejo.
No se alcanza a comprender cómo es que con este punto de concentración de la actividad comercial de la ciudad, los cerebros del llamado Comité de la Reconstrucción de los daños causados por el terremoto, hayan sido tan indolentes e injustos como para mantener, ignorados y sufriendo, a los propietarios de terrenos, locales comerciales y usuarios todos - de vías o servicios - que tienen directa e indirectamente intereses en la zona.
Y a toda una ciudad que se siente partida geográfica, económica y sentimentalmente con la destrucción del sector.
Discursos prometedores en esporádicas visitas al lugar han predominado en estos casi cuatro años de pesares de quienes, guerrera y paladinamente, aún persisten, con desesperación, en seguir en el sector, aunque esto les constituya serios desgastes anímicos, financieros y decepciones por las engañosas promesas.
Conocemos de un pedido de gracia de los afectados de la zona a la municipalidad, solicitándole suspensión temporal del cobro de los impuestos prediales y patente comercial, aspiración que debe ser atendida como justa, en consideración a la dura situación por la que atraviesan.
Ejemplo de burla constituye el denominado Plan Priza - destinado a la regeneración de nueve manzanas y soterramiento de cables de la zona -, desastre administrativo que empaña tanto la imagen del Gobierno nacional a través de la Cnel, cuanto la responsabilidad del Gobierno cantonal de velar por los intereses comunitarios. Y de la misma colectividad que no reacciona dignamente en su autodefensa.
Luego de ocho ampliaciones del contrato, esta grosería contra la ciudad debe terminar, con la fuerza de la razón o la razón de la fuerza que garantiza la Constitución.
 
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