s necesario que se sancione con severidad la resistencia y el irrespeto a policías y agentes de tránsito, como medida para combatir la impunidad.
Con frecuencia, se propagan en las redes sociales imágenes de personas que llegan a insultar a los uniformados durante el cumplimiento de sus funciones, en especial a los agentes de tránsito, e incluso se han registrado agresiones físicas.
Se ha difundido, también, una información en la que se da a conocer que el policía que mató a un delincuente en un enfrentamiento armado en Guayaquil ha sido amenazado, al igual que el fiscal que lleva el caso.
Allanamientos, arrestos y otras acciones de la Policía también suelen encontrarse con grupos de personas que se oponen a ello, en especial en zonas que son consideradas como peligrosas.
Permitir que hechos como estos caigan en el olvido, sin que haya una investigación y sin que se castigue a los responsables, es una manera de fomentar la impunidad frente a la violencia.
Las acciones, equivocadas o no, de los uniformados no tienen por qué generar insultos, golpes y otro tipo de agresiones. Si alguien se siente afectado por alguna acción que considere extralimitada, debería acudir ante los organismos de justicia para presentar su reclamo y, de ser necesario, exigir las reparaciones a que haya lugar.