De acuerdo a la ordenanza municipal, en la zona comercial, en la noche, están permitidos 55 decibeles, mientras que en el día 65. Por su parte, en la zona residencial los decibeles en el día son 55 y en la noche 45.
El local suspendido se encuentra ubicado en la prolongación de la Av. Manabí y tras un operativo marcaba 97.5 decibeles.
Silvio Larrea, director de Control Territorial, informó que en lo que va del año han notificado a cuatro locales, de estos uno fue sancionado, mientras que de agosto a diciembre del 2019 se realizaron 33 notificaciones. “La idea de los controles no es generar multas, sino ordenar y socializar con los dueños de locales”, mencionó.
El funcionario dijo que el bar sancionado fue alertado por la infracción, por lo que al reincidir realizaron la suspensión.
Kléber Guerrero, director de Comisaría, comentó que entre las sanciones por exceder el ruido está la multa de hasta cinco salarios básicos ($2.000) y la suspensión del local por 30 días.
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