El capitán del equipo universitario no pudo contener las lágrimas de alegría luego de lograr el histórico objetivo de ascender a la Serie A. Para él fue una victoria personal.
Mencionó que el año anterior les había prometido a sus dos hijas que de regalo de fin de año les iba a dar la clasificación de Liga (P) a la Serie A; sin embargo, esa vez no lo pudo cumplir, por lo que volvió a jugar en la temporada 2019 en un nuevo intento. Y ahora lo logró.
“El año pasado las lágrimas fueron de tristeza y ahora son de alegría”, mencionó ‘el Capi’, quien agregó que es un fiel creyente de la Virgen de Monserrate, y se encomendó a ella como en las anteriores campañas.
A ‘Monsita’ le prometió que si ascendía haría la manda de ir caminando hasta la basílica de Montecristi.
Mencionó que lo hará junto con su esposa una vez que termine el campeonato y quede libre.
Otro portovejense que lloró con el ascenso fue el arquero Manuel Mendoza, protagonista de grandes jornadas este año.
“Manuco” dedicó sus lágrimas a su padre, quien también se llamaba Manuel y falleció hace 15 años. Nunca pudo verlo debutar en primera categoría.
Lea más en la edición impresa...