En ese año estuvo en 5,2 por ciento.

Actualmente la estadística está en 4,6 por ciento. 

Esto quiere decir que cada día hay más personas sin empleo. 

Y es por eso que la cantidad de vendedores ambulantes se ha incrementado. 

Se los encuentra en las calles y semáforos. 

Pero existe una particularidad: un buen grupo de esos desempleados son adultos mayores. 

A ellos ya no los consideran población económicamente activa, pero de todos modos deben llevar dinero a sus casas para la comida. 

Si uno de ellos le ofrece algo y usted tiene dinero, cómprele.

Para ellos no es fácil conseguir un empleo. 

Así que la única opción que les queda es dedicarse al comercio. 

Si está en sus posibilidades, ayúdelos. A un joven en cualquier fábrica lo pueden aceptar; a los ancianos, ya no.