La mujer es la conviviente de Jesús Espíritu Acosta (53), quien murió calcinado en un incendio que consumió dos viviendas.
La tragedia se registró la noche del lunes, aproximadamente a las 19h00, en el recinto La Polvadera, ubicada a 11 kilómetros de la parroquia Puerto Limón, en Santo Domingo de los Tsáchilas
La señora cuenta que al momento del incendio ella no estaba con su esposo porque había ido a visitar a uno de sus hijos de un anterior compromiso, que vive en La Concordia. Su vástago estaba enfermo y Jesús le pidió que fuera a acompañarlo.
Ella se enteró de que el hombre con el que compartió 37 años de su vida había muerto cuando estaba de regreso a su casa, a la altura de la entrada a la parroquia Valle Hermoso.
Allí se bajó del bus y cogió un taxi con la ilusión de que la noticia que le habían dado a través del teléfono fuera mentira. Sin embargo, cuando llegó al recinto encontró el vehículo de la morgue y una caravana de carros de la Policía Nacional y motobombas del Cuerpo de Bomberos.
Cuando arribó a su casa, halló todas sus pertenencias reducidas a cenizas y sus vecinos le confirmaron la fatídica noticia: se había quedado viuda.
“No quedó nada, solo una montonera de los tanques de gas, cocina, nevera, ollas, colchones. Todo se achicharró”, expresa apenada.
Ella y Jesús no procrearon hijos en común.
Ambos compartían las labores del campo y trabajaban las cuatro hectáreas de su propiedad en la que tenían sembrado cacao.
“Si hubiéramos estado los dos, los dos estaríamos muertos”, dice Mercedes entre lágrimas.