En los niños y jóvenes es vital el control que ejerzan los padres sobre el uso de la tecnología en casa.
Y es que son los más jóvenes los que se vuelven el blanco perfecto de la adicción a la tecnología.
De acuerdo con el psiquiatra Jaime Eroles, “cualquier actividad que provoca satisfacción en nuestra vida diaria puede convertirse en conducta adictiva si se pierde el control sobre su uso. No hace falta tener una predisposición a la dependencia de la tecnología, sino que inadvertidamente se puede pasar de forma progresiva del uso al abuso y a la dependencia”. Además indicó que comúnmente se ha considerado un trastorno propio de la adolescencia, con raíces en ese aprendizaje desde la infancia, pero que los adultos no están exentos de estos riesgos. Entre los principales consejos están los siguientes:
Al dormir. A la hora de descansar, muchos dejan el celular al costado y revisan hasta el final sus redes sociales o tienen su última partida de su juego favorito.
Eso es un error. Lo mejor es dejar el móvil en otro lado, y pueden optar por apagarlo para que nadie interrumpa tu descanso y no tener la tentación de agarrar el dispositivo.
Para los adolescentes es recomendable crear un cronograma de actividades donde esté agendado todo lo que se hará en la semana o en el día; como hora de clases, deportes, labores en casa, pendientes, entre otros. Esto te ayudará a optimizar tu horario y pasar menos tiempo en la computadora.
Datos o WiFi. En ocasiones es importante desconectar los datos móviles o el wifi de tu smartphone para dejar por un tiempo breve las redes sociales o los juegos en línea. Alejarse un rato de la tecnología siempre es bueno para engancharse con otras actividades.
Ayuda. Si te das cuenta de que dependes de la tecnología en tu vida y tienes que estar una cantidad de horas en las redes sociales, hay especialistas que pueden ayudarte con esta adicción.
Comunicación. Hablar con el niño para hacerle ver los peligros de convertirse en alguien dependiente de la tecnología ayuda. Además, es vital que como padre establezcas un horario y límite para el uso de la computadora, tabletas o celulares, aunque muchas veces a ellos no les agrade.