Descentralizar a profundidad es una manera de cercenar el centralismo, modelo de gestión que afecta a Manabí, como a la inmensa mayoría del país y que desde la independencia permanece, en cierto modo, inamovible con muy leves variantes. En esencia es absorbente y distribuye a su antojo la renta pública.
Las entidades autónomas que se crearon en el pasado, como el Centro de Rehabilitación en el caso de Manabi y que no existen ahora, fueron precisamente respuesta a gritos desesperados de la gente que reclamaba por la desatencion del centralismo a las necesidades de las provincias.
En la práctica, entonces, descentralizar es una mutilación al inmenso poder del centralismo que es el que decide, repito, que hacer con los fondos públicos. Descentralizar es una expresión de libertad y es, así mismo, un modelo que establece y consagra derechos a las provincias. Por tanto, en la medida de la intensidad y alcance de las medidas descentralizadoras seremos más libres para asumir responsabilidades, y sobre todo para tomar iniciativas para nuestro crecimiento y desarrollo.
En esta línea, la descentralización, la siento más viable en el corto plazo, luce como mas fácil para lograr acuerdos en la Asamblea porque los males del centralismo, como queda dicho, los padece, en diferentes grados, todo el pais.
En el mundo existen modelos eficaces para distribuir la renta pública y sobre todo esquemas jurídicos que permiten que cada región de un mismo país forje su propio destino. Creo que esa debe ser la meta final. Pero mientras llegamos a ella hay que salir victoriosos “batalla por batalla para ganar la guerra”.
Se habla ahora, por ejemplo, de la devolución automática del IVA del Gobierno central a los organismos seccionales. Bueno, esta es una batalla que hay que ganar para que nuestras instituciones inviertan sus fondos y no rueguen por ellos. Hay que comprender que los gobiernos de todos los colores, viven con sed de liquidez permanente porque siempre gastan más de sus ingresos, En consecuencia, los gobiernos del pasado, como los que vendrán en el futuro, harán todo lo posible por inventarse una y mil maneras de recaudar más y más.
La descentralización, entonces, es una manera de decir que ciertos recursos no los puede utilizar el centralismo. Así, poco a poco, pero con claridad, se pueden lograr fondos para obras en nuestras ciudades.