Los corruptos siempre están vigentes, siempre buscando llevarse el dinero público.

Los señores políticos que viven del soborno siempre logran mantenerse en el poder.

Cuando no son elegidos, porque la gente los repudia en las urnas, logran de cualquier forma tener cuotas de poder.

Es vergonzoso leer que expresidentes, los hijos y sus compinches manejan instituciones del Estado, sectores estratégicos, ministerios, etc.

Es para el país una vergüenza que exvicepresidentes que desaparecieron dinero del Estado por arte de magia, y que fueron prófugos, ahora estén libres y cobrando sueldos vitalicios.

Estamos en otra época, pero la corrupción sigue campante.

Estos corruptos pasan de partido en partido con tal de lograr sus objetivos. No son de derecha ni de izquierda.

El Estado debe buscar la forma de dejar de “mantener” a estos delincuentes que toda la vida han vivido de los recursos del Estado.