Este día es visto con buenos ojos por el sector comercial.

De hecho, las calles aledañas al cementerio General de Portoviejo ayer lucían llenas de comerciantes de flores, velas, dulces, canelazo y la tradicional colada morada.

Miguel Ángel Guachamín es oriundo de Quito y viajó hasta la capital manabita para comercializar rosas.

La presencia de ciudadanos en el camposanto fue notoria anoche. Los pasillos del cementerio lucieron llenos de personas que caminaban de un lado a otro en busca de la bóveda donde descansan los restos de algún familiar.

Jonathan Palma, vendedor de dulces, también llegó a los exteriores del cementerio a vender sus productos. Cuenta que la preparación le tomó cuatro días, por lo que espera que las ventas sean buenas.

Manabí.  De acuerdo a la Unesco, el Día de los Fieles Difuntos es una tradición mexicana que ha sido reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

En México es una fiesta que mezcla fe, cultura y tradición. Esta costumbre se ha regado por varios países de Latinoamérica y en Ecuador, especialmente en Manabí, ha tomado rasgos propios de su identidad montuvia.

En cantones como Chone, El Carmen, Rocafuerte, Manta, Jipijapa, entre otros, muchas familias acudieron a los camposantos a encenderles velas a sus familiares.

También es común que las familias acudan a los cementerios con alimentos. Por lo general llevan el platillo favorito del familiar fallecido.

La conmemoración de este día se ha convertido en una “fiesta”, porque también contratan mariachis para que les canten a los difuntos.