El primer paso es el más simple y sencillo de todos, y es el de desinstalar todas las aplicaciones que no sean necesarias. Durante los años podemos acumular algunos archivos que ya no usamos, los cuales pueden estar realizando procesos en segundo plano que ralenticen el computador. Para hacerlo, entra en la Configuración de Windows, y en ella pulsa 

sobre la opción Aplicaciones. 

Llegarás al menú Aplicaciones y características. En él tendrás un buscador para encontrar “apps” concretas, pero también la lista completa de aplicaciones. Simplemente pulsa sobre las que no utilices, y en las opciones que te aparecerán pulsa Desinstalar para proceder a borrarlas del ordenador. 

Ten cuidado de no borrar las creadas por Microsoft para las funciones básicas del sistema, ni ninguna que consideres que es útil para el computador. 

Otra de las opciones que brinda el sitio web reparaciondecomputadoras.online es borrar todas las descargas. 

Esto lo consigues abriendo el explorador de Windows y dando clic en descargas, seleccionar todos los archivos, dar clic con el botón derecho y poner eliminar.  

Una recomendación para que puedas seleccionar todos los archivos es presionar las teclas Control+E. Con esta acción liberarás espacio a la memoria de tu computadora y ya no estará tan lenta como hasta ahora.

Otro de los aspectos que es necesario que hagas es vaciar la papelera para mejorar el rendimiento.

Esto lo logras dando clic con el botón derecho y seleccionando vaciar papelera, luego te mostrará una pequeña ventana donde tendrás que confirmar la eliminación de los archivos.

 

Optimizar. Aprende a optimizar tu computadora desde el encendido, ya que eso ayuda a eliminar los programas innecesarios que se cargan en la memoria RAM cuando enciendes tu ordenador. Para lograrlo, ve a inicio y escribe “msconfig”, da Enter y selecciona Inicio de Windows, allí te mostrará una ventana donde te sugieren deshabilitar las casillas donde se encuentren programas que no es necesario que inicien al encender tu PC. Recuerda solo dejar habilitados los controladores de audio, antivirus y el sistema operativo. 

Una vez deshabilitados los programas, da clic en aceptar y selecciona salir sin reiniciar. 

Es necesario también que tengas el escritorio limpio, ya que cuando un ordenador inicia Windows, tiene que cargar todos los elementos del escritorio, por lo que si el tuyo tiene pocos accesos directos, no se complicará al iniciar. 

Eva Rodríguez, ingeniera en sistemas, añadió que también es necesario que la limpieza no solo sea en el sistema informático, sino también en el físico, eliminando el polvo. 

Rocía y aplica el líquido de limpieza en un paño de microfibra, frota suavemente el paño en pequeños círculos, y no apliques demasiada presión.