"Como país, como Estado, como Gobierno y como presidente Lenín Moreno, representante de ellos, quiero manifestar mi profundo agradecimiento por esa sensibilidad de espíritu y por esa generosidad de espíritu", afirmó el mandatario en una rueda de prensa en la sede presidencial, el Palacio de Carondelet, situado en el centro histórico de Quito.

"Para nosotros, por las condiciones de afecto que siempre hemos mantenido y por las relaciones de paz, nuestros brazos siempre están abiertos", prosiguió.

En este sentido, el presidente del FUT, Mesías Tatamuez, aclaró esta mañana que la decisión de suspender la movilización se debe al pedido de entidades como la Iglesia, la Organización de Naciones Unidas (ONU), la Organización Internacional Trabajo (OIT) y el alcalde de Quito, Jorge Yunda.

Por su parte, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, Luis Cabrera, anunció que hoy se emitirá un informe sobre los logros que se han conseguido desde la instauración de la mesa de negociaciones el pasado 13 de octubre, fecha que coincide con el final de las protestas que inundaron durante 10 días tanto la capital como el resto del país.

Asimismo, detalló que en el informe constarán las grandes preocupaciones que mantienen la ONU y la Iglesia de Ecuador en este momento con respecto a este proceso.

"Hay que continuar con estas mesas de negociación pero como Iglesia nos preocupa el tema de la reconciliación", expresó.

También definió al ecuatoriano como un "pueblo fragmentado y herido" y se preguntó: "¿Cómo se pueden curar esas heridas, cómo conseguir que vuelva la confianza y la esperanza?"

En esta misma línea, el prelado opinó: "Es un trabajo en el que estamos comprometidos todos, no solo la Iglesia sino también todos los movimientos sociales y políticos". EFE