El documento, firmado por Vizcarra, su primer ministro, Vicente Zeballos; y la titular de Economía, María Antonieta Alva, tiene por objeto establecer medidas urgentes y excepcionales que permitan a los organismos electorales garantizar el desarrollo de los comicios del 26 de enero próximo.

En ese sentido, el decreto autoriza a los órganos electorales a expedir reglamentos y normas necesarios para la realización del proceso electoral, que buscará la elección de 130 legisladores para que completen el periodo legislativo que concluye en el 2021.

 

 Postura.  En rueda de prensa con corresponsales extranjeros en Lima, el primer ministro garantizó “un comportamiento neutral del Poder Ejecutivo” en los comicios de enero próximo.

“Daremos todas las facilidades que requieran los entes electorales para que estas elecciones se realicen en un espacio democrático, transparente, con amplia publicidad y participación de la ciudadanía”, señaló Zeballos.

El primer ministro, quien asumió el cargo la semana pasada tras la renuncia del abogado y actor Salvador del Solar y la disolución del Congreso por el Ejecutivo, descartó de manera enfática que el Gobierno vaya a presentar una lista parlamentaria en esos comicios.

“Lo descartamos”, afirmó antes de agregar que “el Gobierno va a asumir una posición de neutralidad, de mucha responsabilidad” porque está “comprometido a que sea un proceso transparente”.

“El Gobierno y el Estado en su conjunto no van a tener ningún nivel de involucramiento”, aseveró.

 

 Disolución.  El actual Congreso fue elegido en los comicios del 2016 para un periodo que terminaba en el 2021, el mismo quinquenio que debía cumplir el exmandatario Pedro Pablo Kuczynski, quien renunció el año pasado por presuntos vínculos con la empresa brasileña Odebrecht.

Vizcarra anunció a inicios de mes “la disolución del Congreso de la República por haber negado la confianza a dos Consejos de Ministros del Gobierno elegido para el periodo 2016-2021”. Además de la revocatoria del mandato parlamentario de los congresistas que no integran la Comisión Permanente.

Vizcarra anunció la disolución “constitucional” del Congreso peruano con el objetivo de poner fin a la crisis política que lo enfrentaba con la oposición dominada por el fujimorismo.

“He decidido disolver el Congreso y llamar a elecciones de congresistas. Esto es un acto constitucional”, señaló Vizcarra en un mensaje televisado luego de que el Congreso decidiera votar por la elección del Tribunal Constitucional a pesar de un pedido en contra del Ejecutivo.

No obstante, una fracción del Congreso hizo de oídos sordos a la disolución y tomó juramento a la vicepresidenta Mercedes Aráoz, como “presidenta en funciones” del país, después de que ese grupo votara la suspensión del gobernante Martín Vizcarra por un periodo de 12 meses.

“Estoy asumiendo temporalmente la Presidencia de la República”, señaló Aráoz antes de decir que Vizcarra “ha incurrido en grave infracción constitucional” al anunciar, horas antes, la disolución del Congreso. Sin embargo, Aráoz renuncio 24 horas después de asumir el cargo.