Hoy, Carlos M se enfrentó a los taxistas que estaban en el puente Puerto Real de Portoviejo, pues en su auto llevaba a su esposa enferma

No podía pasar, por lo que el ciudadano se molestó y empezó a subir el tono de su voz y hacer gestos con las manos. Otras señoras que lo acompañaban se sumaron al pedido de pasar y al final, luego de 20 minutos, los taxistas se lo permitieron.

Él no fue el único reclamante. A lo largo del cantón, decenas de personas se vieron afectadas e hicieron 'malabares' para ir a su lugar de trabajo.

Darío Y., por ejemplo, tuvo que pedir ayuda a un vecino del barrio Santa Cruz para llegar a su lugar de trabajo, en la vía Portoviejo-Manta. 

En una moto, él se movilizó hasta el Centro Comercial Shopping, pero luego tuvo que 'echar pie'. "Ellos están de paro, pero yo no. Yo necesito seguir trabajando", dijo. 

Con él concuerda el ciudadano Fernando Pérez, quien recordó que el estado de excepción se lo decretó precisamente para permitir el libre tránsito de los ciudadanos por las calles, pero eso no se está cumpliendo.

Otros usuarios se quejaron de la poca acción de la policía y de las autoridades del ejecutivo, que dijeron permiten el cierre de las vías.

El gobernador de Manabí, Xavier Santos, aseguró que por el poco personal con el que cuentan no pueden estar en todos lados. Su prioridad es evitar saqueos, explicó.