Todo comenzó cuando Mariela Zambrano estaba en los andenes de llegada de la terminal y empezó a sentirse mal.
“La señora mostraba dolor y decidimos ayudarla, la subimos a una camilla y la llevamos a la UPC, ya entrando dijo que su bebé estaba por nacer. Todos colaboramos y en cuestión de segundos la niña nació”, dijeron los guardias.
Fueron momentos de angustia, pues los gritos de dolor de la mujer inquietaron a los presentes.
“Quien recibió a la bebé se percató que el cordón umbilical lo tenía enredado en su cuello y rápidamente se lo sacó. Me sentí emocionado y nervioso. Fue una experiencia chévere”, afirmó uno de los guardias.
Sandro Mendoza, quien labora como comerciante informal, y quien también estuvo presente en el parto, dijo emocionado que todo pasó en cuestión de segundos.
“La bebé estaba coronando, cuando ingresó a la UPC el alumbramiento fue rápido. El esposo de la señora se sacó la camiseta y se la dio al guardia para que envolvieran a la bebé. Yo también me saqué la camiseta y se la di a él para que no se quedara desnudo”, dijo entre risas.
De su lado, Diana Coronel, usuaria de la terminal, sostuvo que ella se encontraba en el sitio porque iba a viajar a Quito para realizar unos trámites personales.
“Iba a desayunar cuando los guardias me pidieron que ayudara. Ingresé a la UPC y en lo que pude colaboré. La niña nació moradita, pero luego se puso bien y lloró. Fue una experiencia única”, afirmó.
José Cedeño, esposo de Mariela Zambrano y padre de la recién nacida, contó que ellos viven en San Jacinto del Búa y que su pareja desde la medianoche del lunes empezó a sentir malestar.
“Ayer en la madrugada tomamos un bus para llegar a Santo Domingo y acudir al centro de salud de Los Rosales. No sé qué pasó y porqué se adelantó el parto, pues ella debía dar a luz a mediados de octubre”, afirmó el padre.
Después de dar a luz Mariela estuvo en el piso de la UPC esperando una ambulancia que trasladara a ella y al bebé al hospital Santo Domingo.
Tanto la madre como la recién nacida están fuera de peligro.