En Ecuador se viola a las niñas, adolescentes, mujeres adultas y adultas mayores, no existe la excepción, esto lo evidenciamos a través de los medios de comunicación social, registros de denuncias de las instituciones que administran justicia. En Ecuador 6 niñas dan a luz todos los días, en los últimos 3 años 13.969 mujeres fueron violadas, 128.000 adolescentes tuvieron un embarazo en situación de violencia, 250 mujeres han sido judicializadas, el 100% pobres; según datos de la Fiscalía 3 a 4 niñas presentan denuncias todos los días, cifras suficientes para legislar a favor de las víctimas.
Este problema no es solo de las mujeres, es un problema de todos y todas; el debate nos lleva a la necesidad de deconstruir estereotipos machistas que generan desigualdades en el ejercicio del poder que genera violencia, considerándolas objetos y no sujetos de derechos.
La Asamblea Nacional debate en la actualidad una reforma al Código Orgánico Integral Penal, que ampliaría las causales de despenalización del aborto. En el país, está legalizado el aborto cuando la vida o la salud de una mujer está en riesgo, y si el embarazo es producto de una violación a una mujer con discapacidad mental. Diferentes organismos internacionales como la ONU-CEDAW, han conminado al Ecuador a dar solución a esta problemática que viven las mujeres y recomiendan la despenalización del Aborto por violación en todas sus formas.
Los movimientos de mujeres reconocemos y aplaudimos como la Asamblea Nacional ha puesto en el debate público la problemática y ha invitado a todos los sectores a debatir un tema tan sensible con un análisis profundo y responsable, en base a realidades que viven las mujeres y que afecta directamente a las más pobres. Frente a esta realidad es necesario que los asambleístas legislen despojándose de posturas individuales, dogmáticas, moralistas; el país es un Estado laico, legislar con una mirada solidaria y sorora, desde el dolor y el sufrimiento de la víctima. Nuestro reconocimiento y respaldo total a las y los asambleístas que se han posicionado del tema en el análisis y reflexión.
El próximo 18 de septiembre los asambleístas tienen la oportunidad histórica para pagar esta deuda que el Estado debe a las mujeres.