“Estaba fumigando un sembrío de pimienta cuando vi varios gallinazos, bajé a la quebrada para que ver de qué se trataba y me di cuenta que era mi sobrina”, indicó Briones.

El hallazgo del cuerpo ocurrió la mañana de ayer aproximadamente a las 11h30 en una finca ubicada en el recinto Montañita, perteneciente a la parroquia San Jacinto del Búa, a unos 500 metros de la casa donde vivía la occisa.

Según información preliminar, la menor estaba desaparecida desde la tarde del jueves. Se presume que ese mismo día murió.

Luego de que se corriera la alerta de que Erika estaba muerta moradores del sector y amigas de la fallecida llegaron al sitio y protagonizaron escenas de dolor.

Nadie entendía qué pudo pasar para que la adolescente ya no estuviera con vida.

Los policías también acudieron al lugar donde estaba el cuerpo y por su avanzado estado de descomposición se les dificultó determinar si la víctima tenía huellas de violencia.