Actualizado hace: 927 días 19 horas 50 minutos
Lauro Emiliano  Zavala Mendoza
Lauro Emiliano Zavala Mendoza
Por: Lauro Zavala
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Lunes 16 Septiembre 2019 | 04:00

Los administradores de territorios, sean estos locales, provinciales y nacionales, deben tener clara la idea de que su trabajo es favorecer al pueblo. Cuando hablo de pueblo, me refiero a todas las clases sociales, sean altas, medias o bajas, siempre enfocándose en los más necesitados de obras básicas, que son los que están ubicados en las zonas populares de las ciudades.

El compromiso social humanitario de los alcaldes es atender las necesidades básicas del cantón para su desarrollo: agua potable, alcantarillado, energía eléctrica, telecomunicaciones, internet, seguridad, alumbrado público, calles, aceras, recolección de basura, mantenimiento de áreas verdes, y lo más importante es el trabajo preponderante de todos los ediles (concejales y alcaldes) de asumir con responsabilidad el presupuesto de cada año, de incluir y no olvidarse de un sector vulnerable de la sociedad como son las personas con discapacidades auditivas, no videntes, con síndrome de Down, autistas, sin movilidad propia, etc., que se merecen no solo el 10 % del presupuesto anual municipal, sino algo más.
Los alcaldes que no cumplan con este deber ni siquiera deberían aspirar o postularse a alguna dignidad o candidatura, y quien no entienda esta realidad de su pueblo no merece dirigir los destinos de un cantón.
Muchos alcaldes solo piensan en construir obras de cemento, dejando a un lado la obra social, que es la que levanta la autoestima del ser humano. La construcción de obras de cemento en parte deja réditos políticos, sirve para dar bienestar a sus habitantes, pero no desarrollo como tal. Hay que pensar en obras de integración en escala humana y que den las dos cosas juntas, bienestar y desarrollo al mismo tiempo, como está pasando en capitales importantes del país como Portoviejo, Machala, Cuenca, Guayaquil y Quito.
Sino, veamos algunas construcciones que se han realizado en la capital de los manabitas donde se le da más prioridad al peatón: 11 manzanas de regeneración con pasos incluyentes para personas más vulnerables –que algunos les dicen muros–, reconstrucción de las aceras con rampas, los parques Las Vegas, La Rotonda y demás áreas verdes, mercado central, solo por poner ejemplos.
El resto de cantones del país deberían ser incluyentes con el ser humano, construir obras pensando más en el peatón que en los automotores. 
 
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