Recientemente se conoció el caso del chofer de un tanquero que se vio involucrado en el choque con un auto, en el que una mujer murió y un menor de edad resultó herido. Según la familia de las víctimas, el hombre registraba más de 50 infracciones de tránsito y tenía 22 puntos en la licencia. En el récord del conductor había accidentes con muerte y un atropellamiento.

El accidente ocurrió en Quito, pero casos similares podrían ocurrir en cualquier parte del país.

¿Quién controla, en estos casos, que el chofer esté apto tanto en conocimientos como en lo psíquico y físico para conducir un vehículo pesado? ¿Quién determina si el historial del hombre amerita una revisión de las condiciones en las que se le otorgó la licencia?

La Ley de Tránsito y el Código Orgánico Integral Penal requieren una revisión en este campo. Es cierto que, como se dice, ningún conductor sale a matar, pero cuando no se respetan las normas y se cometen muchas infracciones podría manifestarse que equivale a eso mismo.

Manejar un carro o una moto demanda mucha responsabilidad, concentración y, sobre todo, sentido de humanidad.