“¡Ribéryssimo!”, tituló el Corriere dello Sport, uno de los tres grandes periódicos deportivos italianos.

El veterano extremo francés llegó ayer como una estrella de rock al aeropuerto de Florencia, aclamado por los aficionados de la Fiorentina y recibido por Giancarlo Antognoni, campeón del mundo en 1982 y leyenda del club toscano, del que es uno de sus dirigentes.

“Bienvenido, leyenda”, tuiteó el club de la Serie A junto a una foto de Ribéry sobre la pista de aterrizaje mostrando una bufanda del club.

 

 Reacción. “Estoy feliz, estoy aquí con mi familia. Hablé durante una semana con la Fiorentina, también hablé con Luca Toni (su antiguo compañero en Múnich, y ex de la Fiore). Me dijo que la Fiorentina es un gran club y que la ciudad es hermosa”, afirmó en un video subido a Facebook por su nuevo club.

“Hola, Fiorentina. Se abre un nuevo capítulo para mí y mi familia. Agradecido y feliz de poder firmar un nuevo contrato con un gran club en una hermosa ciudad. Espero el futuro con mis nuevos compañeros y admiradores fantásticos”, escribió el francés en su cuenta de Instagram junto a una foto posando con la remera de su nuevo equipo.

En otra publicación se tomó una foto con el otro nuevo delantero del “Viola”, Kevin-Prince Boateng, con quien compartirá el ataque. “Hola, amigo”, puso.

La antigua gloria del Bayern de Múnich, vestido con un polo “viola”, llega libre de contrato luego de su salida del club bávaro tras 12 temporadas y 23 títulos.

Ribéry, anunciado oficialmente horas después, descubrirá una nueva liga en el Calcio, cuando podría haber elegido el dinero de China o del Golfo. Los medios italianos señalan además que declinó una oferta de Los Ángeles Galaxy de Estados Unidos.