La maniobra terminó con 23 personas heridas, entre ellas nueve niños, que recibieron atención médica, según lo explicó el Ministerio de Sanidad ruso.
La aeronave, de la compañía Ural Airlines y a bordo de la cual viajaban 226 pasajeros y siete tripulantes, aterrizó con los motores apagados después de que la entrada de varias aves en estos les provocase daños.
El avión había despegado con destino a Simféropol, principal ciudad de la península ucraniana de Crimea, anexada por Rusia en el 2014.
Lo lograron. El Airbus aterrizó en un maizal situado a “una distancia de un kilómetro de la pista de despegue, sin el tren de aterrizaje”, según ha detallado el comunicado de la Agencia Federal de Transporte Aéreo (Rosaviatsia) de Rusia. “Felicitamos a los pilotos, son héroes que han salvado vidas y consiguieron aterrizar el avión”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Los pasajeros agradecieron a los tripulantes.