La aceleración de los Blues rompió el marcador al minuto 36 de juego. El corte de N´Golo Kanté en mitad de cancha derivó en un balón que fue dirigido para la velocidad de Christian Pulisic, que tuvo la asistencia justa hacia un implacable Olivier Giroud en el mano a mano.

La respuesta de los Reds llegó en el inicio del complemento, a los 48, por una decisión de Fabinho para meter la pelota directamente dentro del área. Roberto Firmino la fue a buscar ante la salida de Kepa y terminó cayendo en los pies de Sadio Mané, que sólo tuvo que empujarla para lograr la igualdad.

Ambos se cuidaron demasiado en el transcurso de la segunda etapa, con algunos intentos tibios en cada área. El juego tuvo que llegar hasta el tiempo suplementario y, a los 95´, el senegalés Mané volvió a hacerse presente en la red, ahora al capitalizar un centro desde la izquierda de Firmino y que posibilitó una gran definición por lo alto.

Un penal antes de cerrar la primera parte de la prórroga hizo revivir al conjunto de Frank Lampard. La referí francesa Stephanie Frappart consideró penal a una salida de Adrián sobre el ingreso de Tammy Abraham y Jorginho no falló para el 2-2.

En la definición por penales, el arquero, que reemplazó al brasileño Alisson por una lesión, tuvo revancha y detuvo un pobre disparo de Abraham que cerró la historia y le dio la consagración a Liverpool en Turquía.