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El 10 de Agosto de 1809 no es nada más que el patriótico recuerdo de esta gloriosa fecha que a ligerísimos rasgos de la historia de la América Española viene a honrar la Guerra de Independencia y la Libertad de la Civilización.
El 10 de Agosto de 1809 no es nada más que el patriótico recuerdo de esta gloriosa fecha que a ligerísimos rasgos de la historia de la América Española viene a honrar la Guerra de Independencia y la Libertad de la Civilización.
Mucho antes de la independencia de Ecuador se desencadenaron acontecimientos terribles. Cataclismos físicos y conmociones morales se sucedieron sin tregua. La historia patria en aquellos tiempos de tinieblas no presentó sino el progreso de la teología y la literatura de los claustros.
Ni las leyes restrictivas de comercio y agricultura, ni el erróneo sistema económico, ni las exageradas ideas religiosas, ni la teocracia prepotente, ni la imposición con todos sus horrores, tuvieron el poder para detener a las causas esenciales de la independencia de América.
España y Francia estaban a favor de la independencia de Norteamérica, declararon al mundo que la Emancipación Americana era la causa de la justicia y de la civilización, por lo que Washington tenía reservada su gloria para combatir y vencer por la libertad de esas colonias. Este gran acontecimiento era, lógicamente, origen de grandes hechos. La Inglaterra debía a su turno abogar también por la independencia de la América española.
Esta idea fue inflamando los corazones de los patriotas del Nuevo Mundo, los decididos a buscar el camino de la libertad. Iniciaron los trabajos, fundando sociedades y diurnas disposiciones para reunir elementos bélicos.
La revolución de Francia, revolución sangrienta, pero civilizadora, avivó en América la santa idea de regeneración republicana. Las doctrinas proclamadas por la Asamblea francesa, principalmente los -derechos del hombre y del ciudadano- fueron los principios con los que soñaban quienes, más tarde, serían los padres de la independencia de Sudamérica.
Siendo así, que en la primera época de la conquista y la posterior de las colonias, dejaron resentimientos y amargos recuerdos; por la llamada conquista que no fue otra cosa que el genocidio más grande en la historia de la humanidad. Hoy esas quejas, resentimientos y recuerdos, han quedado en el olvido. Pero, se están transmitiendo a las nuevas generaciones.
Hoy, al cumplirse 210 años del Primer Grito de Independencia de Ecuador, los héroes del 10 de Agosto viven en nuestra memoria; viven en nuestros corazones; viven en la idea de libertad: viven en el pensamiento de civilización y progreso. Viven y vivirán siempre en la historia de la República del Ecuador.
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