“Más de un tercio de la población en Latinoamérica no tiene acceso a agua bebible”, confirmó el jefe de la División de Agua y Saneamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Sergio Campos.
Además, 16 de las ciudades más grandes de América Latina se encuentran “bajo algún grado de estrés hídrico”, alcanzando en algunos casos “un nivel grave”, asegura Roberto Campa, director de Asuntos Corporativos de la Fundación Femsa y exsecretario de Trabajo y Previsión Social.
Si se habla del tratamiento de las aguas, las cifras no son positivas. Solo se estaría tratando el 18 % de las que se recolectan.
A pesar de ello, estos recursos se encuentran -en algunos casos- bien aprovechados, ya que el 70 % de la producción energética en el continente es de origen hidroeléctrico.
De hecho, en la región existen espacios con una gran riqueza hídrica, como el Amazonas o el sur de México, aunque también hay emplazamientos que se definen por su aridez, como el desierto de Atacama.
En el mundo. A nivel mundial, la escasez de agua afectaría a más del 40 % de la población, una cifra que “probablemente aumente debido al cambio climático”, detalló la directora de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Blanca Jiménez.
La representante de The Nature Conservancy, Wisla Heneghan, expresó: “Esperemos que el evento sirva de catalizador para fortalecer las relaciones entre diferentes sectores, para -así- poder profundizar en los Fondos de Agua y que se conviertan en una realidad a nivel mundial”.
Los Fondos de Agua son organizaciones que persiguen mejorar la gobernanza y la gestión del recurso hídrico mediante el diálogo entre las partes interesadas en el asunto. Además, los mencionados Fondos de Agua también ofrecen asesoramiento científico para la identificación y priorización de los retos a resolver.