“Eso puede hacer que acabemos diciendo algo de lo que nos arrepentiremos más tarde”, indica.

Para ello, dice la experta, una habilidad fundamental que todos deberían dominar es mantener la calma mientras hay una discusión.

 

Recomendaciones. ¿Por qué es necesario conocerse con uno mismo para discutir con eficacia? 

Para no perder la calma se debe trabajar las fortalezas interiores, la seguridad y la autoestima.

Para salir airosos de una discusión es preferible que conozcas los puntos débiles de la otra persona.

El conocer, por ejemplo, que quien tengo enfrente presenta una baja autoestima o que es alguien que transforma tu inseguridad en agresividad, te permitirá estar más relajado, más seguro de ti mismo. 

Si quieres mantener la calma en una discusión debes aprender a controlar tus emociones negativas. La rabia, el orgullo, el despecho, la ira, el nerviosismo, todo ello son dimensiones que te ponen a la defensiva.

Llega un momento en que te sitúas en modo ataque y es así como uno pierde el control. En ese momento deja de argumentar de forma lógica para derivar solo en los reproches y en esos diálogos rígidos donde no se llega a nada. 

Cuando estás alerta, cuando mantienes una discusión, tu cerebro lo interpreta casi como una amenaza. Es entonces cuando se disparan toda una serie de reacciones: palpitaciones, temblores, respiración entrecortada, boca seca, dolor de estómago, entre otros factores.

En estos momentos, y para conservar la calma en medio de una discusión, nada mejor que controlar la respiración. Para ello, nos será de utilidad tomar aire de modo profundo y exhalar con tranquilidad. 

Estar preparado por dentro te ayudará a afrontar mejor los retos.