De acuerdo al Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (COOTAD), una de sus funciones es promover y patrocinar las culturas, las artes, las actividades deportivas y recreativas en beneficio de sus comunidades.  Asimismo, el COOTAD le confiere como competencia exclusiva, planificar el desarrollo provincial y permite la gestión concurrente pese a la rectoría exclusiva del Estado en la educación. Esto sustenta lo realizado por los prefectos de otras provincias, por ejemplo:  

En Pichincha, la prefectura cuenta con una red Infocentros Comunitarios-GADPP, cursos permanentes en todos los cantones y su propia Institución de Educación Superior (IES), el Tecnológico Pichincha, que ofrece formación profesional en atención integral al adulto mayor, administración, actividad física deportiva y recreación, talento humano, asistencia administrativa, administración de empresas (exclusivo para estudiantes sordos).

En Azuay, la prefectura trabaja en forma coordinada con las universidades, logró que Cuenca fuera declarada por la Asamblea Nacional como “Ciudad Universitaria de la República del Ecuador” y que la capital azuaya diseñe y ponga en vigencia el Plan Maestro de Desarrollo Humano Sustentable. Las IES, la prefectura y las alcaldías del Azuay impulsan ahora la instalación del Centro Internacional de Posgrado, el Parque Científico, Tecnológico, un Centro de Convenciones y más de 30 subproyectos en varias áreas.

En Guayas, la prefectura organiza regularmente cursos de educación ambiental, atención y servicio farmacológico, gastronomía, educación vial, administración de negocios, cursos vacacionales y creó el Centro Tecnológico Popular, que tiene la misión de contribuir a mejorar el uso de las TIC para erradicar el analfabetismo digital, formando ciudadanos 2.0, convirtiéndolos en emprendedores, mejorando su nivel profesional y su calidad de vida.

Las competencias no se piden, se conquistan. Le corresponde al economista Leonardo Orlando Arteaga, un académico y prestigioso hombre público, asumir el reto histórico de llegar ser el Prefecto de la Educación. ¡Manabí uno, manabitas todos!