La salida, como todos los años, se dio desde la zona de pescadores, ubicada en el sector del aeropuerto Los Perales.

Con globos y cintas de colores, los pescadores engalanaron sus embarcaciones de fibra para acompañar a su patrona con cantos y oraciones. 

Danilo Valencia, pescador del sitio Nueva Esperanza, destacó que esta es una tradición que lleva más de dos décadas. 

Los pescadores ponen a disposición sus embarcaciones, el combustible y recolectan dinero para ofrecer a los participantes de la procesión marítima algo de beber y de comer, mientras se realiza el recorrido, dijo.

Ariana Quisphe, esposa de pescador y devota de la Virgen del Carmen, indicó que la peregrinación marítima tuvo una duración dos horas, en ese tiempo los rezos, los cantos y las alabanzas a la Virgen eran notorias por parte de los feligreses que visitaron las diferentes caletas de pescadores.

Cada vez son más las personas que se unen a esta tradición, que ya no sólo es de pescadores, sino de devotos de la Virgen y hasta personas de otras provincias y países, que ven en esta actividad una forma de identificar la cultura de los moradores de San Vicente.

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