Así lo manifiesta Whitney Bowe, dermatóloga, microbióloga e investigadora internacionalmente reconocida, radicada en Nueva York.
Los últimos hallazgos científicos revelan que el variado grupo de microorganismos que pueblan el intestino y la piel, conocido como microbioma, determinan aspectos como el aumento o la pérdida de peso, las enfermedades autoinmunes, las funciones cerebrales y la calidad dérmica, según Bowe.
Desde este enfoque, esta doctora propone en su libro ‘Piel radiante, intestino sano’, un programa de tres semanas, basado en la alimentación y el control del estrés, y que considera al intestino como el camino más directo para lucir una piel fantástica y transformar el cuerpo, por dentro y por fuera.
“Lo más importante que hay que hacer durante la primera semana de este plan de salud y belleza de 21 días, consiste en librarse de los alimentos y bebidas que atentan contra la piel y comprar aquellos que alimenten, a nuestra piel y nuestro organismo”, según la doctora Bowe.
Limpieza. Todas las formas de carbohidratos refinados y procesados, azúcares y alimentos envasados deben ser desechados. Por ejemplo, eliminar las papas, galletas, tortitas de arroz, pasteles, mermeladas, conservas, salsa de tomate, jugos procesados, fritos y barras energéticas.
En cambio, debes tener una dieta rica en frutas y verduras, incluyendo plátanos, naranjas, uvas, manzanas, aguacates, limones, mango y sandía, así como espinacas, espárragos, tomates, zapallo y zanahorias.
Comer pescado, mariscos y aves es ideal.