De un momento a otro, el Consejo de Participación Ciudadana ha pasado de ser el caballero blanco anticorrupción a la institución más cuestionada del país. 

Sucede que cuando estaba el señor Trujillo, era la mejor entidad del país: pulcra e intachable. 

Pero ahora, con José Tuárez, hasta la quieren desaparecer. 

Pero así es este país, cuando algo no les gusta a quienes manejan la  política, simplemente lo eliminan. 

Quieren bajar del cargo a Tuárez porque dizque es correísta, pero, como para no trabajar en vano, también van tras Walter Gómez, quien sería el reemplazo y quien aseguran también sería correísta (ya hasta parece un pecado serlo). 

Entonces ¿quién será el duro del Consejo?

Pues un señor llamado 

Juan Javier Dávalos, que obtuvo la cuarta votación más alta en los comicios del 24 de marzo pasado. Pero él también está en la mira porque Correa lo saludó  una vez por Twitter. Así que buscarán a otro que les guste. Uno que no sea correísta.