“Soy triatleta desde hace algunos años, por eso el acercamiento con Ironman Internacional para buscar tener una edición de 70.3 en Ecuador”, señaló la deportista quiteña.

La también empresaria, a través de la empresa Sportime adquirió la franquicia, y así la competencia llegó a la ciudad por tres años. Ahora la empresa que tiene la franquicia es Andesports.

Arellano reconoció que el primer año fue como lanzarse a una aventura. Incluso la ruta para el ciclismo inicialmente estuvo contemplada en la vía a Santa Marianita, pero después se escogió la actual, que es llegar hasta Crucita.

La base debía ser tener al menos 1.000 inscritos, y no sabían si podían completarla, aunque al final terminaron inscribiéndose 1.200 atletas ecuatorianos, más unos 200 extranjeros.

“Lo interesante es que la comunidad va creciendo, y no todos los que corrieron en el 2015 o 2016 repitieron: se crean nuevos triatletas cada año”, declaró la ganadora de este Ironman.

Los tres primeros años, Arellano, quien ha competido en 12 Ironman y en varios mundiales, estuvo dentro de la organización sin competir. El año pasado sí compitió y mañana también lo hará.

Lanzamiento. Ayer los organizadores hicieron el lanzamiento del evento.

Ahí, Andre Lapar, director técnico del Ironman, dijo que Manta cuenta con todas las condiciones para seguir siendo sede de esta competencia.

El próximo año se le terminará la licencia a Manta; sin embargo, Lapar indicó que a ellos como marca no les interesa cambiar de lugar cada tres o seis años, sino posicionarse.

“Los tres primeros años se los puede llamar como prueba; llegar a un quinto año significa que la carrera ya está madura”, indicó.

57 de Manta. Los organizadores siguen manifestando que el número de inscritos es un récord: cerca de 1.900.

De esos, 1.256 son ecuatorianos.

Las ciudades que más inscritos tienen son Quito, con 737 atletas; Guayaquil, con 154, y Manta, que estará representada por 57 triatletas.

La competencia arrancará mañana a las 06h30 con la disciplina de natación, que será frente al mirador de la calle 25, en la playa El Murciélago.