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MONTECRISTI
En la pobreza lo que no falta es amor

Once perros la rodean, esperando la poca, casi nada, comida que les puede dar, mientras 4 gatas esperan que ocurra el milagro de que les alcance algo.

Lunes 24 Junio 2019 | 04:00

A María Delgado Flores lo que le sobra es amor por los animales porque en su humilde vivienda, en el sitio Las Tres Marías de la vía Picoazá-las canteras, falta de todo: comida, agua, ropa y zapatos para sus 6 hijos, enseres de casa.... Con 6 niños cuyas edades fluctúan entre los 5 y los 15 años de edad, todos escolares, las necesidades son enormes y poco lo que logra cubrir con los 50 dólares del bono de desarrollo humano que recibe y lo que gana su esposo, Leonel Mantuano, que es oficial de albañilería.

ADOPCIÓN. En medio de ese cuadro su rostro se llena de felicidad cuando habla de los perros y gatos que desconocidos abandonan en esa solitaria vía, donde el paso de las volquetas es el único ruido que se escucha. 
‘Malina’, ‘Presumida’, ‘Marveli’, ‘Kit’, ‘Coco’, ‘Alejandro’, ‘Condesa’, ‘Carl, ‘Pelusa’, ‘Chiqui’ responden al llamado de su dueña, que se ha preocupado de que todos tengan nombre. La última perra, de pelaje blanco y negro, bonita, que acogió hace una semana, aún no tiene nombre. 
Fue abandonada con su hocico y patas atados con cinta de embalaje. El terror vivido en el viaje que terminó con su abandono se refleja en sus ojos y tiembla cuando se le acercan para acariciarla. En su cuerpo, al igual que en el de sus “hermanos” adoptivos, están las huellas del maltrato sufrido en manos de quienes los abandonaron.
María cuenta que ha llegado a tener hasta 25 perros y que los dejan metidos en sacos, atados, en fundas. Se estremece cuando dice que personas que tienen cómo mantenerlos los botan, mientras que ella busca la forma de alimentarlos porque “no tienen la culpa de nada”. 
Sus ojos se humedecen al recordar a los 8 perros que murieron en un solo día luego de comer pollo podrido de granja que llegaron a botar en esa vía. “Es que tenían mucha hambre”, dice. Y mira cómo los huesos se marcan bajo el pelaje de los animales.
NECESIDADES. La Fundación “Narices Frías” de Portoviejo esterilizó a varias mascotas y consiguió donaciones de alimentos, pero no alcanza para la cantidad de perros que tiene, por lo que María pide las sobras a los vecinos y espera más ayuda y que los adopten porque no le es posible mantenerlos.
María también necesita ayuda. No tiene cocineta a gas ni un baño adecuado. Prepara sus alimentos en un rústico horno. Cada 15 días llega el tanquero y debe cuidar hasta la última gota de agua porque no hay manera de conseguir más.
Sus niños tienen que caminar media hora para sacar copias para sus tareas escolares, por lo que no le vendría mal que alguien les done una computadora e impresora.  
Quienes deseen ayudar a esta familia pueden llamar al celular 0980673392 de María Delgado. 
La casa queda pasando la cantera Megaroc. 
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