Al equipo dirigido por Jorge Célico, que destacó por su potencial físico y la velocidad en los anteriores cotejos, le costó desenvolverse en el campo frente a un equipo asiático que no dejó espacios y contragolpeó con solvencia por los costados.

La velocidad para marcar al contrincante, la inmediata recuperación del balón y la rápida transición para pasar a la ofensiva, fueron los principales argumentos futbolísticos coreanos para incomodar al campeón suramericano.

?El primer tiempo fue trabado y de presión alta. Los dos equipos apostaron a desarrollar su juego por los laterales, lanzaron muchos centros imprecisos y hubo pelotas cortadas en el mediocampo. 

La tricolor mostró un juego pasivo en los primeros minutos; en cambio, su rival metía miedo con Lee Kang-in cuando tenía el balón.

Alexander Alvarado, que había sido figura ante Uruguay y México en octavos y cuartos, no apareció ante los coreanos. Esto hizo perder fuerza en el ataque.

A pesar de que los surcoreanos se mostraban mejor en el campo, Ecuador fue quien tuvo la primera  chance de anotar.  A los 37 minutos el delantero Leonardo Campana controló el balón en la marca de la defensa coreana y remató con la zurda, pero la pelota se estrelló en el travesaño.

Sin embargo, un minuto más tarde cayó el gol de Corea del Sur. En un descuido de los tricolores, Lee Kang-in pasó el balón a Choi Jun por el costado izquierdo. El lateral aprovechó la falta de marca de Jhon Espinoza y Jackson Porozo para definir con la pierna derecha a la salida del arquero Moisés Ramírez. 

La tranquilidad a favor de Corea del Sur jugó un papel importante, aquietó desde la reanudación del partido el ritmo de las acciones, desesperó al rival, que fruto de la ansiedad se inundó en un mar de errores en su afán por alcanzar el empate.

La única opción que tenía Ecuador era rematar desde fuera del área frente al cerrojo coreano, que se replegaba cuando no tenía el esférico. 

El combinado ecuatoriano replicó a los 70’ con un disparo de Diego Palacios que fue despejado con dificultad por Lee Gwang-Yeon.

Con el 1-0 a favor del combinado asiático, el DT Célico, con desesperación, 

apostó por el ingreso de Jefferson Arce y Daniel Segura, con la idea de reforzar el  juego colectivo. 

Corea pudo tener un segundo tanto a los 85 minutos, pero el VAR anuló la jugada por fuera de juego.

Los últimos cinco minutos fueron para Ecuador, que con embestidas y pelotas paradas intentaba un empate a la desesperada. En el tercer minuto de los adicionales Jackson Porozo alcanzó el gol de la igualdad tras un rebote, pero el juez central Michael Oliver anuló la jugada con ayuda del VAR, por un fuera de juego.

Ecuador la peleó hasta el final, pero el golero Lee Gwang-Yeon se convirtió en héroe al atajarle un remate de cabeza a Campana que tenía destino a las redes. 

Tras el final los jugadores ecuatorianos se pusieron a llorar en el campo de juego por la eliminación. 

Ecuador tendrá un premio consuelo y se medirá el viernes a Italia por el tercer puesto en Gydinia.

Otro duelo. El otro finalista es Ucrania, que venció por 1-0 a Italia. 

Fue un partido entre dos equipos que desconocían la derrota desde el inicio del torneo juvenil.

Ucrania abrió la muralla italiana con un gol de Serhii Buletsa (65’).

El conjunto de Paolo Nicolato lo intentó hasta el final, pero el gol de Gianluca Scamacca en el minuto 90+2 fue anulado por el VAR por una falta previa.