Mientras que José Saltos indica que es mejor tomar un “taxi amarillo”, porque es más seguro y se siente confiado. Añade que aunque alguna vez tomó un ‘pirata’ y le cobraron lo mismo, no cambia la seguridad.

Protestas. En Portoviejo hay 23 cooperativas de taxis con 1.990 unidades. Sin embargo, el incremento de carros que se dedican a hacer carreras sin tener el permiso de operación motivó a que la Asociación de Taxistas de Portoviejo, que preside Nery Macías, pida a Portovial que intensifique los controles y que solo la clase amarilla utilice las aplicaciones móviles para contacto. 

Macías dijo que “la ilegalidad y la informalidad operan a vista de todos, sin ninguna seguridad y en puntos estratégicos”, mientras que ellos aplican medidas estrictas y verifican que los choferes tengan licencia profesional y si han perdido puntos o registran antecedentes penales, “para ver qué colaborador vamos a tener”. 

Controles. El gerente de Portovial, Gustavo Barrera, informó que el fin de semana 14 unidades informales fueron retenidas y sus conductores puestos a órdenes del juez de tránsito. 

El funcionario se reunió ayer con varios taxistas, a quienes indicó que, con base en el estudio de reordenamiento de rutas de transporte público, se mantendrá la flota de taxis hasta el 2025, es decir, no se emitirán nuevos permisos de operaciones.

Informales. Una representante de un grupo de propietarios de unidades informales  señaló que son 40 los miembros que realizan unas 200 carreras diarias y hasta 300 en fines de semana, con el servicio puerta a puerta que se solicita vía WhatsApp o por llamada. Ellos no usan aplicaciones móviles.

Aplicaciones. En esta ‘guerra’ también se cuestiona el uso de aplicaciones móviles.

Es el caso de InDriver, que utiliza algunos informales, aunque para usuarios como José García le permite negociar con el conductor el costo de la carrera y le sale más barato. 

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