Para muchos, el equipo universitario estaba más para pelear por no descender, no solo por los malos resultados, sino por la forma de jugar. No podían dar tres pases, no había juego por las bandas y sin un creador en el medio campo la situación era de temer. 

Sin embargo, en los últimos tres partidos se ha visto otra actitud de los jugadores y el patrón de juego ha mejorado. Es decir, el paciente se muestra un poco recuperado, coinciden periodistas que siguen al equipo manabita.  

Cambios. Para Jamil Vera, de radio Sono Onda, ahora el técnico Rubén Insúa utiliza a los jugadores que están en mejores condiciones y menciona a los hermanos Kevin y Alexander Ushiña, antes rezagados y de quienes señala son grandes jugadores. 

Kevin es un rápido volante por derecha que trepa constantemente al área rival y pone buenos centros, además tiene gol, indicó. 

Alexander ingresa al cambio. Otro que ha mejorado es Mateo Tello, el volante de creación que cuando juega bien el equipo se ve mejor, aseveró. 

Vera también cree que en esto incide el hecho de que es tiempo de nuevas contrataciones, entonces los jugadores ponen un plus adicional para no quedar fuera del equipo y si llega uno nuevo pelear el puesto.

Hugo Vera, de radio RNC, también considera que “el equipo salió de terapia intensiva y está en recuperación”. Dijo que la mejoría se nota desde el 25 de mayo, cuando empató 0-0 con Gualaceo, en Azuay. 

Para él también es fundamental ubicar a los jugadores que están en mejor momento y apunta a que los Ushiña serán clave si se quiere lograr el ascenso. 

Ellos ya conocen la Serie B y son jóvenes, indicó. Agregó que tiene esperanza de que siga mejorando.

A eso le suman que ahora el entrenador Insúa hace más minutos de entrenamiento.

También se espera que el delantero Lucas Di Yorio siga mejorando, el viernes marcó su segundo gol en el torneo y demostró mucha solidaridad con el resto del plantel, pelea mucho cada pelota, se mueve y corre; sin embargo, el hecho de jugar muy retirado del área, a veces hasta más de 15 metros, lo condena a no quedar casi nunca frente al arquero o el último defensa, entonces marcarlo se les hace tarea fácil a los rivales.

El viernes, Di Yorio aprovechó la única jugada en la que estuvo en el área para rematar un pase de Kevin Ushiña, y anotar el gol que le devuelve la confianza.