Frente a esa pantalla también se sienta la mamá del jugador, Jenny Macías; su padre, Líder Alcívar; sus hermanos, Andy y Camila, más los tíos y amigos de la familia del futbolista.

La sala de la casa de los padres de Jordy, ubicada en el barrio Abdón Calderón,en Manta, queda pequeña. Ahí todos gritan cuando el jugador es enfocado por la cámara o cuando toma el balón. También gritan cuando los compañeros no le pasan el balón. Es que su familia quiere  verlo en acción.

Jordy Alcívar es el único jugador de Manta en este Mundial.

Jordy nació y creció en el barrio Abdón Calderón. A su madre, Jenny, sí le ha gustado el fútbol. En su adolescencia lo practicaba, y cuando se convirtió en madre de Jordy lo llevaba a las canchas, y al pequeño le nació el amor por el fútbol.

A los cuatro años ingresó a la escuela de fútbol Santa Martha, con el DT Leonel Campos, y en el 2011 fue observado por entrenadores de Liga de Quito en Manta y Jordy fue seleccionado. Tenía 12 años.

Jordy solo vuelve a Manta para visitar a su familia en los días libres.

“Es duro soltar a tu hijo con solo 12 años, para él también fue duro, pero para perseguir un sueño hay que tener temple y tomar decisiones que impliquen sacrificio”, declaró ayer la madre del volante de marca de la “Tri”.

Los primeros ocho meses Jordy vivió en la casa de un familiar, y después se instaló en el complejo de Liga. Allá estudió y el año pasado se graduó de bachiller y ahora entrena con el equipo de primera, pero juega en reserva. 

 

En la sub-20. En la Selección de Jorge Célico cumple un proceso desde el año pasado. Ha estado en todos los microciclos y convocatorias. Fue campeón en el Sudamericano que se realizó en Chile en febrero pasado, y ahora juega su primer Mundial. En Polonia Jordy fue titular ante Japón, Italia y México en la fase de grupos, y con Uruguay al cambio. 

Su familia y amigos esperan que llegue  a Manta apenas termine el Mundial. Quieren que llegue como campeón.