“Mi padre es César Castro Camacho, fundador de la Asociación de Artistas de Pichincha y quien formó parte del trío Los del mar, en donde fue arreglista, director y segunda voz”, cuenta Castro desde una banca del tradicional colegio Portoviejo, en donde es profesor de Emprendimiento desde hace 5 años.

Está convencido de que el contacto con las actividades artísticas de su padre, quien solía reunirse con los músicos de Los Jockers, con Pepe Cobos y otros, fue determinante en su formación musical.

“A los 8 años comencé a cantar y a los 10 participé en el concurso de Los barrios cantan, para el mes de diciembre”, recuerda Castro, quien en sus primeros años interpretó melodías nacionales.

A inicios de los  90 participó en un grupo junto a su hermano William. Este se llamó “Clan Sensación”. Allí él las hacía de percusionista y su hermano era pianista. “Comencé a madurar como músico y me fui dando a conocer poco a poco. Hacíamos cover de otros grupos y cubríamos fiestas y todo tipo de evento social”, dice Castro, emocionado, con la reseña de su propia vida.

Proyectos. Luego, Castro se vinculó con algunas  agrupaciones musicales famosas del país, como Tierra Canela, Yerbabuena -como músico de apoyo-, Latin Swin, Soledispa Junior, entre otras.

El músico portovejense reconoce las dificultades económicas para grabar un disco, pese a lo cual tiene en mente grabar dos canciones. 

Castro es el autor de la canción Mi Capira Querida, dedicada a Liga de Portoviejo.