.¿Siente que quedó en deuda con Portoviejo?

No lo pondría como deuda que no he cumplido, no lo siento ni creo así. Siento que se cumplió más allá de las expectativas, se hicieron más cosas de lo que en un inicio se hubiera soñado hacer. Hay una labor muy proficua que se ha hecho en la administración municipal. Quedan bastantes proyectos. Quién iba a pensar que habría un terremoto, sólo eso cambia el esquema.

 

¿Qué le hubiera gustado hacer?

Ver las calles que atraviesan el aeropuerto, por lo menos las 3 iniciales, para evitar el colapso de la ciudad, y que se dé inicio al megaproyecto que es el Portoviejo del futuro que va a estar allá. Otra cosa que me hubiera encantado arrancar y va por buen camino, es la construcción de los centros comerciales minoristas para Portoviejo. 

 

¿Siente que hubo trabas para concretar los proyectos de reconstrucción?

Me tocó estar representando al alcalde en sesiones del Comité de Reconstrucción, donde en cada intervención sostuve que los proyectos debían avanzar, ser aprobados para pasar a las siguientes instancias y agilizarlos. En la burocracia hay mucha lentitud y probablemente lo que más hay es indolencia, y eso es lo que fastidia cuando uno ha vivido y sabe que los tiempos ya no esperan y esto se llaman emergencias, y que 3 años después no se les pueda dar paso por 3 o 4 papeles, eso es indolencia.

 

¿Por qué no buscó la reelección?

Porque tampoco está dentro de mis objetivos volverme un político, ni siquiera la primera vez lo quise hacer. Creo que podemos servir desde muchísimos ámbitos. Lo importante es hacer las cosas bien para salir bien. Creo que he salido bien.

 

¿Piensa volver a la política?

Una cosa aprendí de la política, a nunca más decir no. Quiero darle más tiempo a la familia, vuelvo a mis trincheras de la arquitectura, del diseño, de la construcción. Me va a costar, además es una época muy dura en la parte de la construcción, pero vamos a salir adelante, si pude con el desafío de entrar a la política, aquí estoy como pez en el agua.