Toda una malversación de fondos públicos,  en los  momentos más difíciles en la historia de la  República.

Parece ser que los intereses creados de unos pocos primaron sobre la angustia de toda una población y hoy en cantones como Sucre, Jama, Pedernales las obras como hospitales, centros educativos, importantes para la normalización de la vida de una población cercana a los 200 mil habitantes,  continúan  esperando.

Esta verdad se palpa en las calles, solares vacíos, y sobre todo en una  población  económicamente desempleada, es por tal motivo que se pide al Gobierno Nacional acciones serias, concretas, que como muestra de voluntad de servicio podría ser la presencia en esta urbe con sesión de Gabinete itinerante, como lo hace en otros  rincones de la patria, es decir, con todo el gabinete ampliado para que cada ministerio trate, analice y disponga los recursos económicos para la ejecución de sus importantes obras en las zonas afectadas por el terremoto.

Es hora de hacer justicia con esta ciudad, rectificando, nunca es tarde para cumplir con lo ofrecido, dejando atrás la miopía e insensibilidad hasta ahora presentes.

Es frente a este clamor y orfandad de líderes o representantes que reclamen en los pasillos de Carondelet, que se hace necesario anunciar al país, a través de esta tribuna de libre pensamiento y defensor de los caros intereses de los pueblos de esta tierra de montuvios, que la ciudadanía de Bahía de Caráquez, el cantón Sucre, la zona norte de Manabí, desde Cojimíes hasta La Boca de Charapotó, esperan respuestas inmediatas porque esta vez está en pie de lucha para pasar de la espera a la acción y reclamar en las calles, puentes  y carreteras por la construcción  del hospital Miguel H. Alcívar, Unidad Educativa Eloy Alfaro, obras que impulsen el desarrollo turístico como alternativa para mejorar la situación económica de la población.

La última palabra la tiene el presidente de la República, Lenín Moreno Garcés, para dar muestras de que el Gobierno está empeñado en, verdaderamente, mejorar las condiciones de vida del norte manabita, que tanto contribuye con sus actividades productivas al producto interno bruto y al erario nacional. Ayer dimos nuestro aporte al país, ahora, cuando estamos en emergencia, requerimos la reciprocidad del Estado.